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Aún no hay pronósticos certeros que nos digan cuando volveremos a la normalidad, lo que sí es una certeza es que la reintegración a nuestras actividades serán otro desafío.
1. Gestionar en una nueva normalidad
Es posible que cuando se permita regresar a las oficinas, no se haga con todos al mismo tiempo, sino que en principio sea con apoyos de sistemas con guardias.
Es factible que se tenga que lidiar con nuevos conflictos, como el miedo a realizar tareas que signifiquen un posible riesgo a la salud.
Es probable que existan actos discriminatorios por si alguien estuvo contagiado.
2. Nuevas reglas en el trabajo
Esta es una gran oportunidad para escapar a las mejores prácticas; considerando si ¿Las reuniones en persona son realmente necesarias? ¿Las cadenas de mando necesitan de tanta burocracia?
La gestión del trabajo se encuentra en una coyuntura de la que no habrá vuelta atrás con el trabajo flexible.
3. Repatriar al talento que se había ido
Habrá menos desplazamientos, así como un gran reto en generar empleos para los repatriados.
Los RH en México, y en Latinoamérica tienen una gran oportunidad de atraer a talento que se encuentra en el extranjero.
4. Los colaboradores con pérdidas sensibles
En RH debe ser sensible al hecho de que habrá algunos empleados que resultaron esencialmente ilesos mientras que otros sufrieron mucho.
5. Difundir positividad y ánimo
El ánimo podría decaer debido al encierro, a la situación financiera y las complicaciones de los trabajadores.
Se debe procurar la personalización en el trabajo, ya que los comentarios en general podrían dañar a los colaboradores por situaciones desconocidas para RH.
6. Los asintomáticos
Es la razón por la que el regreso debe ser de manera escalonada. Y RH debe encontrar soluciones que en dicho regreso se garantice la seguridad en la organización.
